BARAHONA: Residentes en la urbanización Blanquizales y en el barrio Los Maestros de esta ciudad han denunciado el incremento de un brote delincuencial que los mantiene atemorizados.
Aseguraron que no pueden salir de sus casas por miedo a ser desalojados por los delincuentes que se han apoderado de las calles y callejones, tras la falta de patrullajes policiales en esta zona, ya que viven al acecho para robar.
Atribuyeron los hechos delincuenciales a los “barraconeros” debido a que la actividad se incrementó luego que el Gobierno los reubicara en el Proyecto Habitacional Villa Progreso III, de Los Solares de Milton, en Villa Central.
Las actividades delictivas se han convertido en habituales, al tiempo de reiterar que el caso más reciente ocurrió hace al menos tres días cuando una joven se desplazaba en su pasola en horas de la noche rumbo a su residencia, la cual fue victima de dos sujetos que la interceptaron y a punta de pistola la despojaron de su moto.
Alegaron que en horas nocturnas Blanquizales y Los Maestro es un verdadero desierto por la poca presencia de personas en las calles, cuya situación aprovechan los atracadores para atacar con armas de fuego y cuchillos a sus victimas.
Aseguraron que no pueden salir de sus casas por miedo a ser desalojados por los delincuentes que se han apoderado de las calles y callejones, tras la falta de patrullajes policiales en esta zona, ya que viven al acecho para robar.
Atribuyeron los hechos delincuenciales a los “barraconeros” debido a que la actividad se incrementó luego que el Gobierno los reubicara en el Proyecto Habitacional Villa Progreso III, de Los Solares de Milton, en Villa Central.
Las actividades delictivas se han convertido en habituales, al tiempo de reiterar que el caso más reciente ocurrió hace al menos tres días cuando una joven se desplazaba en su pasola en horas de la noche rumbo a su residencia, la cual fue victima de dos sujetos que la interceptaron y a punta de pistola la despojaron de su moto.
Alegaron que en horas nocturnas Blanquizales y Los Maestro es un verdadero desierto por la poca presencia de personas en las calles, cuya situación aprovechan los atracadores para atacar con armas de fuego y cuchillos a sus victimas.
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